Siete palabras (VII)

Afición a las palabras, gulusmeo de las palabras, complacencia en las palabras. ¿Qué seríamos sin ellas?

Escojo para mi blog de vez en cuando siete palabras bonitas, desusadas o singulares. Las que traigo hoy aquí aparecen en mi último libro, Mañana me voy, publicado hace unas semanas por Abada Editores.

Hacendera
María Moliner define hacendera en su diccionario como ‘trabajo de utilidad común al que coopera el vecindario de un pueblo’. Así sucede en Sarnago: la asociación de amigos de este pueblo soriano, que quedó abandonado en los años sesenta, se esfuerza por ir recuperándolo mediante el trabajo colectivo. En su precioso libro Lo que todavía vive, recién publicado por Ediciones Encuentro, Luis Ruiz del Árbol incluye un elogio emocionante de la facendera (así se dice en tierras del antiguo reino de León).

Taina en las Escaruelas. (Foto: David Ortega).

Taina
En Guadalajara y Soria, según el DLE, ‘cobertizo para el ganado’. Solían las tainas tener techumbre de paja. Muchas, en esas provincias, están abandonadas; no pocas, derruidas. David Ortega, apasionado del campo de Soria, de su paisaje, su paisanaje y su patrimonio arquitectónico, lleva años documentando en Twitter su amor por tainas, tenadas, tinadas, majadas, chozos y apriscos.

Caminería
Además de ‘conjunto de caminos’, caminería significa ‘estudio de las vías de comunicación en relación con su entorno geográfico y cultural’. El profesor Manuel Criado de Val impulsó la creación de una Asociación Internacional de Caminería, la publicación de un Atlas de caminería hispánica y la celebración de congresos académicos sobre la misma materia, entre 1992 y 2002. Sugerentes estudios, ciertamente, los de caminería.

Breña
‘Terreno quebrado y poblado de maleza’, según la definición del Diccionario del español actual de Manuel Seco, Olimpia Andrés y Gabino Ramos. El DLE añade la precisión de que se trata de una tierra quebrada ‘entre peñas’. De etimología no probada, quizá tenga origen prerromano, acaso celta. Breñal y breñar son sitios de breñas.

Azagadero
Un azagadero, azagador o azagón es una ‘senda por la que las ovejas y cabras tienen que ir azagadas’, es decir, en fila, una detrás de otra: por lo estrecho del sendero, aunque la definición no lo diga. Proceden estos términos de zaga, palabra de origen árabe que significa ‘retaguardia’. En algunas partes de España, azagadero y azagador parecen usarse, de forma más genérica, para referirse a cualquier vía pecuaria.

Trasnocho
‘Reunión nocturna en invierno, sobre todo de mujeres’, según la definición que Abel Hernández incluye en el glosario de sus maravillosas Historias de la Alcarama (Pepitas de Calabaza, 2022), libro en que recopila sus recuerdos de infancia y adolescencia en Sarnago. «Era en el trasnocho, al abrigo de la majada, envueltas en el aliento tibio de los animales y el olor a estiércol y heno seco», escribe Hernández, «donde las mujeres del pueblo […] ejercían libremente el don precioso de la conversación» mientras hilaban o tejían «bajo la luz de un carburo o de una lámpara de petróleo pagados a escote».

Hesitación
«Propósito: hallar mi ruta y mi fortaleza en la hesitación, en la indecisión, en la incertidumbre», escribo en Mañana me voy. Aprendí la palabra, que significa ‘duda’, leyendo a mi querido Azorín. Procede del término latino haesitatio, -ōnis, y les resultará familiar a los hablantes de italiano (esitare, esitazione), francés (hésiter, hésitation) y otras lenguas románicas.

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NOTA: Quienes compartan conmigo la afición a las palabras hermosas o insólitas encontrarán en este enlace todas las entregas de mi serie de «siete palabras».

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