Era inevitable que habláramos y era inevitable que calláramos. ¿Cómo no callar, visitando hace unos días la casa familiar de Carmen Martín Gaite en El Boalo? Callar de pura emoción. ¿Y cómo no hablar, tratándose precisamente de ella? Fue una gran conversadora y en sus libros describió como nadie el placer de este juego: el… Seguir leyendo Una mañana en El Boalo