El primero
«¿Qué cualidades busca en sus amigos?».
«Que sepan contar historias».
Esta es una de las preguntas —y mi contestación— del «cuestionario capotiano» que he respondido para el blog del escritor y periodista Toni Montesinos, Alma en las palabras.
En 1972, Truman Capote se entrevistó a sí mismo en un texto titulado «Autorretrato». Desde hace más de diez años, Montesinos ha formulado las mismas preguntas de esa entrevista a más de mil escritores, incluyendo autores de mucho renombre (Luis Landero, Sara Mesa, Felipe Benítez Reyes…) y cientos de noveles y desconocidos.
A estos últimos he tenido yo el placer de sumarme hace dos semanas con mis respuestas:
«¿Suelen decepcionarle sus amigos?».
«Solo cuando no me cuentan el final de las historias».
El primer enlace: http://almaenlaspalabras.blogspot.com/2021/01/entrevista-capotiana-victor-colden.html
El segundo
Escritores que no escriben, lectores que ya saben cómo terminan los libros que están leyendo, arbitrarios sentenciadores que dictaminan cómo debe ser la literatura…
Estos y otros miembros de las distintas especies que cohabitan en el mundo del libro aparecen en las catorce brevísimas «Notas sobre libros, lectura y escritura» que he agavillado (siempre quise utilizar esta palabra) para el blog Una isla de papel. Lo hice en respuesta a la generosa invitación de su creadora, Cathy L. B. (o Kate Austen en Twitter).
Va una pequeña muestra (las primeras frases de tres de esas notas):
«¿Se puede escribir una novela sin una buena dosis de egoísmo?».
«En nuestras estanterías juntamos a veces, con un poco de zumba, los libros de autores enemistados».
«También en literatura (¿sobre todo en literatura?) anda a veces el rey desnudo».
El segundo enlace: https://www.unaisladepapel.com/2021/02/notas-sobre-libros-lectura-y-escritura.html
Y el tercero
Cuánta música suena en la memoria. (¿O «resuena»?).
Yo vuelvo a veces a las canciones que escuchaba en los ochenta, que escuché —más concretamente— aquel año inolvidable de 1988. «Persiguiendo sombras», de Nacha Pop; «Homebreakers», de Style Council; «Love My Way», de Psychedelic Furs; o «Siempre hay un precio», de Los Secretos, donde sigue refulgiendo con luz oscura la voz cabal y melancólica de Enrique Urquijo.
También algunas canciones italianas que me traen muchos recuerdos («Non pensare a me», de Claudio Vila, o «Chicchi di grano», de Luca Carboni), y unas cuantas baladas tradicionales interpretadas por Milladoiro o los Battlefield Band.
El librito que acabo de publicar en Newcastle Ediciones, Veinticinco de hace veinticinco, es un viaje al 88, y en sus páginas se menciona toda esta música que yo escuchaba entonces, además de las sonatas de Telemann y las partitas de Bach para flauta que mi padre ensayaba sin descanso muchas tardes, encerrado en el cuartito de la plancha.
¡Ah, y las canciones del magnífico I’m Your Man de Leonard Cohen! Se publicó justo aquel año, y yo me hice con él enseguida: «I was born like this, / I had no choice…».
Ahora he recopilado en una lista de Spotify toda la música que se menciona en Veinticinco de hace veinticinco.
Y este es el tercer enlace: https://open.spotify.com/playlist/2LIq9hqWXXd1QVSyFUUQQn?si=XiQ64qthR8yfqg8iUDHlSw