Las pequeñas virtudes, de Natalia Ginzburg
(Acantilado, traducción de Celia Filipetti).
Qué difícil es escribir sencillo. Qué difícil conseguir que la prosa fluya ligera como en una conversación entre amigos, a media voz, en la que se trenzan el recuerdo, la reflexión, la experiencia, la mirada sutil sobre las cosas y las personas, sobre la vida. Natalia Ginzburg volvió a demostrar que tenía todo eso en esta colección de breves ensayos sobre temas diversos: las relaciones personales, la maternidad, la escritura, el silencio o la educación de los hijos. Inolvidable el retrato de su gran amigo Cesare Pavese. Leer Las pequeñas virtudes es una delicia que todo lector inteligente debería regalarse.
Intimidad, de Haneif Kureishi
(Anagrama, traducción de Mauricio Bach)
Da un poco igual de lo que escriba Kureishi, porque su voz —ágil, aguda, chispeante— consigue que, sea lo que sea, tenga siempre interés. Este monólogo de un hombre que está a punto de abandonar a su familia es ácido, es amargo, es… ¿dulce también? No, dulce no. Pero sí divertido por momentos, y emocionante. «¿Qué es lo que quieres?», le pregunta un amigo al protagonista, y este le responde: «Lo quiero todo». Porque ha llegado justo a ese punto de la vida en que… Hay mucha inteligencia en esta novela, mucho desencanto y una prosa excepcional.
La España de Galdós, de María Zambrano
(Alianza Editorial).
Para mí, 2020 será también el año en que se volvió a publicar este libro prodigioso de María Zambrano. Habla la autora en él de Galdós, y más concretamente de una de sus obras cimeras, Misericordia —centrándose en Nina, la protagonista—, pero al hacerlo, habla también de otras muchas cosas: de la vida y la realidad; de la libertad, la verdad y la esperanza; del dar y el darse, el pedir y el recibir; del tiempo, el agua y la luz. Y de este extraño país, España, sobre el que, con su agudeza de siempre, la filósofa propone unas cuantas claves. Pensamiento y poesía: otro libro maravilloso de María Zambrano.
De la renuncia, de José Gutiérrez
Trieste, 1989. (Hay una antología poética de José Gutiérrez en Renacimiento: Islas de claridad).
«Cuando pasen los años / y los días se tornen oscuros sin remedio…». Pocos poetas han dicho la tristeza con una dicción tan pura, con versos tan bien medidos, como los del granadino José Gutiérrez. «Cansa buscar en vano esa quimera / que alumbre nuestros días». Es la extraña alquimia de la buena poesía (en este caso, de estirpe cernudiana): crear belleza al hablar del dolor, del olvido, de la soledad, de la derrota. «En el poema escribo mi epitafio: / -Sabe que la palabra ha sido en mí / también cansancio, duda en que la vida / me mantenía inmerso».
Deseo de ser punk, de Belén Gopegui
(Debolsillo)
¿Qué pasa cuando un adolescente encuentra su música? (Ojo, no todos la encuentran). Martina, que tiene dieciséis años, parece echarla de menos, y puede que si la busca… También quiere otras cosas, se hace preguntas, suena humilde y atrevida, lee, habla y reflexiona —sí: hay adolescentes así— sobre la incomprensión y la injusticia, sobre el trabajo y el dinero, y la necesidad de los abrazos. Me encantó esta novela de Belén Gopegui: imposible no quedarse pegado al discurso tierno y afilado de Martina, en el que hay de todo, y no querer después seguir pensando, hablando y haciendo.
[…] de «los libros de mi vida» que empecé el año pasado con dos entregas (aquí está la primera y aquí la segunda). No son necesariamente los libros más conocidos de sus autores, pero sí libros que me […]
Me gustaMe gusta